Hoy domingo quiero compartir este fragmento de uno de mis libros favoritos: "El Don del Orador" de Og Mandino que nos invita a la reflexión.
"Todos compartimos al mismo Dios.
Algun día, la gente de este pequeño mundo
dejará de maldecir, herir y matarse mutuamente
y comprenderá que todos tenemos el mismo orígen,
sin importar lo diferente que sea nuestro exterior.
En verdad todos somos hermanos y hermanas. Todos
lloramos, todos sonreímos, todos sentimos dolor,
todos sentimos hambre. Ninguno de nosotros debe
colocar la cabeza sobre la almohada por la noche,
sin planear llegar a otro ser humano durante el
siguiente día. Incluso algo tan insignificante
como un abrazo, si no se tiene otra cosa que compartir, puede ser un regalo precioso."
No hay comentarios:
Publicar un comentario